Soria, Laguna Negra, Calatañazor, El Sabinar y La Fuentona, Almazán

La Fuentona

Partimos de Soria hacia el parque natural de la Laguna Negra  y los Circos Glaciares de Urbión que está a escasos 50km de allí. El paisaje hasta llegar allí por el Valle del Revinuesa es realmente bonito y además como tuvimos la suerte de que unos días atrás había nevado, estaba más espectacular. La laguna es de origen glacial y está situada en la sierra de los Picos de Urbión en el término municipal de Vinuesa. Se halla a 1753m de altitud y desde allí parten varias rutas de senderismo, incluso una va hasta la cima del Pico de Urbión a 2.228m. La llegada hasta allí desde Vinuesa se realiza por una pista de tierra hasta el aparcamiento del Paso de la Serrá y luego hay que subir el resto del trayecto, aproximadamente dos kilómetros, o bien andando o bien en un autobús que sale desde este punto y nos deja a 300 metros de la laguna. Yo personalmente hice la subida a pie y la belleza del paseo merece la pena. Cuando llegas arriba te encuentras de golpe la laguna, encajada entre paredes graníticas y bordeada por pinares. La oscuridad de las aguas y lo misterioso del paisaje de montaña de este «abrevadero de lobos«, ha fascinado al hombre desde antiguo, como lo demuestran leyendas e historias que se cuentan de ella. Según dicen las leyendas, la Laguna Negra no tiene fondo. También dicen que se comunica con el mar mediante cuevas y corrientes subterráneas. También dicen que hay un ser que vive en su fondo y que devora todo lo que cae en ella. Aunque la leyenda más extendida es la que hace hincapié en la ausencia de fondo que es la que escribió Antonio Machado en 1912, La tierra de Alvargonzález, pero en realidad su profundidad máxima no supera los 8 metros.

Desde allí  vuelta a Vinuesa, paradita para ver la parroquia de Ntra. Sra. del Pino que data del siglo XVII y dar una vuelta por sus calles y bordeando el Embalse de la Cuerda del Pozo, el cual no llevaba prácticamente nada de agua, llegamos a Calatañazor donde  «Almanzor perdió el tambor«, que es tanto como decir que perdió su talismán de imbatible y resultó derrotado. Calatañazor se alza en la cima de una roca que domina la vega del río Abión, lo que se denomina  el Valle de la Sangre. Sus empinadas calles de trazado medieval y sus humildes casas  fabricadas con entramado de madera de sabina encestado de ramas con barro o adobe y sus típicas chimeneas cónicas le convierten en un pueblo de los más bonitos de la zona. Una vez en el pueblo y a través de su calle principal llegamos al Castillo de Calatazañor, del que se conserva la cimentación y paredes del patio de armas. En el casco urbano destaca su iglesia románica Ntra. Señora del Castillo y en la salida la Ermita de la Soledad, también románica con puerta sin tímpano. En los alrededores se localizan los restos del asentamieto celtibérico de  Voluce.

Salimos de Calatañazor y siguiendo hacia Muriel de la Fuente nos acercamos al Sabinar de Calatañazor, uno de los espacios naturales más pecualiares de la zona. Se trata de un bosque de 22 hectáreas de sabina albar y ahí se encuentra  el Monumento Natural de La Fuentona. Llegamos al parking y lo primero que nos llama la atención es la Ermita de la Virgen del Valle que es una sencilla y típica construcción del románico rural soriano que se alza altiva a la entrada del parque. Acompañados en todo momento por un guarda del parque que nos fue explicando la ruta a través de sabinares llegamos a la laguna donde nace el rio Abión, un manantial con una profundidad aproximada de unos 10 metros se prolonga en longitud varios cientos más hasta alcanzar el nivel del agua del río subterráneo con el que está conectada y que en el 2008 fue filmada por TVE en el programa «Al filo de lo imposible» en colaboración con el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil y el Regimiento de Pontoneros del Ejército de Tierra, que consiguieron filmar los más de 1.000 metros que convierten a la Fuentona de Muriel (Soria) en una de las cuevas de espelobuceo más importantes de la geografía española. La Fuentona está formada por un sinfín de galerías de roca caliza, está integrada por un primer sifón de 54 metros de profundidad y 300 de longitud; 500 metros de gruta y un segundo sifón de 100 metros de profundidad por otros 300 de longitud.

Al día siguiente amaneció totalmente nublado y lloviznando, pero en invierno es lo que hay, así que pusimos rumbo a Almazán, La Fortificada, de camino hacia Madrid. Poco puedo decir, pues poco fue lo que estuve, pero como mínino bien merece la pena hacer un alto y entrar en Almazán por la Puerta de la Villa a la Plaza Mayor donde el Palacio de los Hurtado Mendoza  ó Palacio de Altamira, de estilo herreriano y fachada renancetista de finales del XVI fué corte con los Reyes Católicos y sitio de su hospedaje en las 13 visitas que realizaron a la villa, nos recibe en todo su esplendor. Enfrente  la Iglesia de San Miguel. Templo del siglo XII declarado Monumento Histórico-Artístico de origen románico y rasgos cistercienses. Indispensable acercarse a los miradores que dan al Duero y salen por un lateral de la Iglesia de San Miguel. Todo un espectáculo. Y para finalizar mi corta estancia en Almazán  subí por la calle que sale desde el Palacio de los Hurtado Mendoza hacia la Iglesia de San Pedro. De origen gótico es la fusión de 2 iglesias. Según cuentan su origen es el pacto entre dos párrocos de la Villa. En 1696 el sacerdote de la Iglesia de San Andrés y el de la antigua de San Pedro acordaron fusionar sus dos parroquias para poder sobrevivir a la pobreza que les asediaba. De la misma manera, convinieron que aquel sacerdote que sobreviviera al otro conseguiría poner el nombre de su antigua iglesia a la nueva. Así el templo está dedicado a San Pedro, aunque nunca se olvidó la devoción a San Andrés.

Y con esto doy por finalizada mi primera incursión por Soria. Me han quedado un montón de pueblos y espacios naturales por ver como el Parque Natural del Rio Lobos o el Burgo de Osma, pero creo que esto será una excursión que haré para primavera. Así que ya nos veremos para esa fecha.

 

 

 

 

 

1 Comments on “Soria, Laguna Negra, Calatañazor, El Sabinar y La Fuentona, Almazán”

  1. Pingback: Soria, tan bella como desconocida – Josefa Calzado

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