Décimo día: Tokio

Shibuya crossing

Y así, sin darnos cuenta llegamos a nuestro último día en Tokio. Nuestro avión salía por la mañana y no teníamos tiempo para nada mas que ir al aeropuerto, pero no quiero que los que si podais quedaros no aprovecheis el día, por lo que voy a recomendar lo que yo hubiera hecho.

Lo primero acercarme bien tempranito al mercado central de pescado de Tsukiji, que es el mayor mercado mayorista de Tokio. Para hacernos una idea casi 3000 toneladas de alimentos procedentes del mar son vendidos y manufacturados cada día en este lugar (por un valor total de 6000 millones de dólares norteamericanos) lo que hace el 90% del total de los tres mercados de Tokio. Es el mercado más viejo de Tokio fue creado desde sus comienzos, para ser el mercado central de la ciudad. Tokugawa Ieyasu su creador, decide en el siglo XVI en pleno periodo Edo, crear un mercado para abastecer el Castillo Edo (Castillo de Tokio) de tan suculentos manjares. Para ello invitó a los pescadores de Osaka a la ciudad de Tokio, para que suministraran el castillo. El sobrante era vendido en el Mercado de Uogashi, cerca del Puente de Nihonbashi. En 1918 entre la hambruna y ante la especulación de los mayoristas, se regula mediante la ley de 1923 de Mercado Central Mayorista. El terremoto de Kanto (1 de septiembre de 1923) arrasó la zona central de Tokio, y también el mercado de pescado de Nihonbashi. La reconstrucción que siguió trasladó el mercado al distrito de Tsukiji, y una vez terminadas en 1935, el nuevo mercado de pescados comenzó sus negocios. El plato fuerte de la visita al Mercado de Tsukiji es la subasta de atunes. Entre las 5:00 y las 6:15 se subastan toneladas de atunes congelados y frescos, recién traídos en avión, camiones y barcos procedentes de alta mar. En la subasta podéis ver la inspección de los tasadores, la subasta, la recogida y el posterior cortado. El único problema es que la entrada está limitada a 120 personas al día, divididas en dos grupos de 60 personas cada uno y que hay que apuntarse en la primera planta del Fish Information Center, que se localiza junto a la puerta Kachidoki Gate, en la calle Harumi Street. A las 5.00 de la mañana comienza la inscripción (se hace por orden de llegada), lo que no quiere decir ni mucho menos que por estar a esa hora consigas una plazas. Se que se organizan tours privados, pero al no haberlo probado yo, no puedo recomendarlo.

Después me habría dado una vuelta por la Estación Central de Tokio. Es la estación que más trenes tiene al día (unos 3000). Aquí comienzan la mayoría de líneas de Shinkansen (trenes bala) y es la conexión de dos líneas de metro así como de muchas líneas de Japan Railways (líneas JR), construida siguiendo el patrón de la Estación Central de Amsterdam. El edificio original fue inaugurado en 1914, aunque quedó gravemente afectado durante los bombardeos al final la Segunda guerra mundial y durante la posguerra fue reconstruida. Merece la pena también asomarse a su interior para ver su maravillosa bóveda del vestíbulo.

Ir a ver el Palacio Imperial que está muy cerca de la Estación Central de Tokio y es la residencia oficial de la familia imperial japonesa, aunque por reseñas de conocidos parece que no merece mucho la pena, pues aparte de los jardines, por dentro no se ve casi nada y las explicaciones son solo en japonés, a no ser que llegues de los primeros y te toque alguna de las 5-6 audio-guías que tienen en inglés, por eso yo opté por pasear por Ginzo que está muy cerca de la Estación Central de Tokio. También puedes ir a la zona de Odaiba, la Bahía de Tokio y ver una bonita puesta de sol desde el Rainbow Bridge.

Y con esto me despido de vosotros. Espero que hayáis disfrutado de Japón y que os sirva un poco de guía si tenéis pensado ir, cosa que os recomiendo para que descubráis por vosotros mismos la belleza y la cultura de este precioso país así como la bondad de su gente.

1 Comments on “Décimo día: Tokio”

  1. Pingback: Japón en 10 días – Josefa Calzado

Deja un comentario